La Unidad de Policía Adscrita (UPA) reforzó el año pasado la colaboración con la Consellería del Medio Ambiente, Territorio e Vivenda y materias del ámbito de su competencia, como se recoge en el informe del que informó en el último Consello da Xunta. Las actuaciones están relacionadas con el control de productores y gestores de residuos sólidos, de vertidos líquidos, de la localización y erradicación de escombreras ilegales, las inspecciones y controles de puntos limpios, el transporte y reciclado de aceites vegetales, la caza y la pesca o el urbanismo.

Según el documento, a lo largo de 2022 se formularon 2.708 denuncias frente a las 2.697 el ejercicio anterior, lo que supone un incremento del 6%. En lo que se refiere a las inspecciones, aumentaron en un 12%, al pasar de 5.993 a 6.708.

Por tipologías, se realizaron 1.694 inspecciones relacionadas con residuos que dieron como resultado 1.516 infracciones. Se trata del control de las industrias que puedan producir residuos sólidos o líquidos de tipo estándar, que necesariamente tienen que ser reciclados a través de gestores autorizados, para impedir que puedan ser eliminados sin control y, en consecuencia, que puedan alterar las condiciones de cualquier hábitat.

Así se inspeccionan los residuos sólidos y líquidos de las obras de construcción; residuos domésticos; los puntos de recogida de plásticos agrícolas, dependientes de los ayuntamientos; la comprobación de que las ruedas de los turismos terminan su vida útil nos gestores autorizados y el abandono de vehículos en zona forestal o en zonas en las que se transforme en un elemento contaminante o en un riesgo añadido al inicio o propagación de los incendios. También se inspeccionan los lodos originados en la industria agroalimentaria y los talleres de reparación de automoción productores de residuos contaminantes, los establecimientos dedicados al despiece de turismos, entre otros.

Los agentes de las seis sedes de la UPA en la comunidad también se encargan de la vigilancia de vertidos con sustancias líquidas prohibidas a las aguas marítimas y continentales -hidráulicos, marítimos, purines...- con 171 inspecciones y 78 denuncias. Además, se localizaron o se inspeccionaron un total de 1.122 puntos de vertido incontrolados, que supusieron 770 denuncias.  

En el que se refiere a las actuaciones relacionadas con caza y pesca fluvial se contabilizaron 1.484 controles, de los que en 354 se levantó acta de infracción. En este apartado se incluyen las talas incontroladas de especies arbóreas, la vigilancia de las zonas de la Red Natura, junto con los movimientos de tierras y rellenos que tienen que estar autorizados para evitar impactos ambientales negativos.

La actividad llevada a cabo el año pasado por la Policía Autonómica en colaboración con la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda se completan con 68 inspecciones vinculadas a la vigilancia de zonas protegidas medioambientalmente y otras 388 de urbanismo. 

Así pues, a pesar de la pérdida de efectivos y de haber asumido otras funciones muy importantes como la protección de las mujeres víctimas de violencia de género o la vigilancia de las rutas xacobeas que precisan de personal operativo permanente o la lucha contra el furtivismo, la UPA sigue manteniendo en el 2022 el nivel de actividad en colaboración con la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, de manera que se puedan acometer con garantías las tareas precisas de control.