Agentes de la UPA en A Coruña incautaron la pasada semana 90 kilos de pulpo y dos de centollo, en el marco de un dispositivo de control del furtivismo desarrollado en colaboración con los vixilantes de la cofradía de mariscadores en la zona del Portiño.

Tras observar dos personas sumergidas frente al puerto, se procedió a su identificación y se inspeccionó el entorno, donde se encontraron dos salabardos con las especies decomisadas. Los pulpos y los centollos se le entregaron a la institución benéfica Padre Rubinos.

El operativo se enmarca en el refuerzo hecho este año por la Unidad de Policía Adscrita en el campo de la lucha contra el furtivismo, en colaboración con la Consellería del Mar. Así, crecieron las inspecciones, los registros y las denuncias con respecto a 2021, con el resultado de una reducción de la actividad delitiva, y mejoraron tanto la profesionalización del personal policial en este ámbito como el conocimiento de las prácticas de las personas dedicadas al marisqueo ilegal.

El trabajo de la Unidad de Policía Adscrita con la Consellería del Mar se centra en dispositivos dirigidos a impedir la actuación de los furtivos, tanto en la actividad extractiva cómo en la venta, transporte y distribución del producto, sin las debidas garantías sanitarias. Cabe recordar que esa actividad furtiva viene siendo practicada de forma ilegal y reiterada por personas que, amparándose en situaciones de insolvencia o necesidad, dañan las concesiones marisqueras, y causan graves perjuicios a los profesionales que las explotan legalmente, llegando a veces a utilizar la violencia.